Una Noche Inolvidable: Pearl Jam en Vivo en el Ohana Festival

La noche del viernes en Dana Point trajo a Pearl Jam de vuelta al escenario del Ohana Festival. La brisa del Pacífico se hacía sentir, una humedad que, combinada con el fresco de la noche, calaba en los huesos. Aunque muchos nos abrigamos, esa sensación de frío no se iba. Sin embargo, el ambiente cambió en cuanto la banda pisó el escenario y las primeras notas de “Low Light” comenzaron a sonar.

Eddie Vedder apareció vestido de manera distinta a lo que habíamos visto durante el resto de la gira. En lugar de su habitual camiseta con el número 34, llevaba una camisa en tonos azules y una chaqueta oscura con una gran chapa en la solapa. El sombrero que lo acompañaba completaba el look, y con esa imagen comenzó una noche cargada de emociones.

El setlist arrancó con Low Light y Sometimes, dos temas que, acompañados por la tenue iluminación, lograron una atmósfera íntima. El público estaba inmerso en esa calma hasta que Corduroy subió la intensidad, avivando la energía entre los asistentes. Tras un par de temas más, Eddie hizo una pausa después de Dark Matter para asegurarse de que todo estaba bien entre el público, ya que parecía que algo sucedía entre la gente. Ese gesto siempre característico de su cercanía se hizo sentir una vez más.

Llegó el turno de Daughter, un tema que nunca decepciona e incluyó un guiño a Beautiful World de Devo, que habían tocado justo antes en el mismo escenario del festival. En Even Flow, Mike McCready, en un despliegue de virtuosismo, tocó su guitarra detrás de su cabeza, desatando uno de esos solos que solo él sabe hacer. Tras esto, Eddie presentó a Matt Cameron, dedicando palabras de admiración no solo a él, sino también a Mike y a Stone Gossard después de Wreckage, mostrando el respeto y el cariño que existe entre los miembros de la banda.

El ambiente se relajó cuando Eddie bromeó con el público, pero luego cambió el tono para hablar de una chica que había conocido ese mismo día y que iba a votar por primera vez, instando a todos a registrarse para ejercer su derecho al voto. Habló sobre la libertad, la importancia de la cultura y la defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.

Otro de los momentos álgidos fue cuando sonó Waiting for Stevie, seguido del debut en directo de Whale Song, con Zach Irons (hijo del ex-baterista Jack Irons) a la guitarra, uniéndose a la banda en el escenario. Eddie explicó que esta era una de esas White Whales, canciones raras o inéditas que los fans siempre esperan escuchar en los conciertos.

El concierto también tuvo sus momentos de diversión y espectáculo, como cuando Eddie hizo malabares con el micrófono y terminó estrellándolo contra el suelo. En otro punto de la noche, bromeó con un chico que llevaba un cartel pidiéndole tocar la batería en Spin the Black Circle, pero Eddie, riendo, le dijo que eso no iba a ocurrir.

El final del concierto mantuvo la energía por todo lo alto. Eddie tomó la guitarra y, en solitario, interpretó un emotivo Future Days antes de que la banda volviera a estallar con Do the Evolution y Alive. Con la playa de fondo y el aire fresco, el público vibró hasta el último acorde, mientras las luces se apagaban y quedaba la sensación de que aún quedaba una última oportunidad de ver a Pearl Jam el domingo, en esta celebración tan especial organizada por Eddie Vedder.

Os dejamos el setlist completo: