Empieza a haber unos cuantos axiomas en lo que se refiere a Pearl Jam que ni el más duro de sus críticos puede cuestionar. El primero de ellos es que cada concierto es distinto del resto. El segundo es que sus cinco primeros discos son un universo a la altura de cualquier pentalogía de la historia del rock incluyendo a los más grandes de verdad. El tercero es que Dark Matter es una obra enorme que, y esto son palabras mayores que cada vez comparten más seguidores, y a cómo ha acogido el público en estos dos históricos conciertos de Barcelona los temas que lo configuran me remito, no hubiera desentonado de ser el sucesor de Yield.

Sentadas estas bases se puede empezar a hablar y entender lo que hemos presenciado esta noche en un Palau Sant Jordi que hubo de tapar con cortinas parte de su aforo para disimular el relativo pinchazo en la venta, bastante animada en las últimas fechas por la presencia de mucha gente afectada por las cancelaciones previas que vio en esta fecha doble en una ciudad de la corta gira europea una oportunidad única de disfrutar de la banda fuera del marco de festivales y con la posibilidad de presenciar dos repertorios muy distintos. Y, no podía ser de otra manera, así ha ocurrido.
Tras una actuación mucho más sólida y centrada de The Murder Capital respecto a la previa, con un sonido mucho más nítido y una mejor actitud de la banda, a las 21:07 salían al escenario los miembros de Pearl Jam.

Había muchas cábalas sobre el tema que elegirían como apertura, en muchas quinielas figuraba como fijo Release por aquello de que nunca la han tocado en Barcelona y todos sabemos que Eddie mira mucho esas cosas, pero claro, Pearl Jam y previsible no suelen casar en la misma frase y la elegida sí era un tema de Ten, pero no la que todos esperaban. Así que con una soberbia interpretación de Oceans comenzaba un concierto, lo voy a decir ya, aplastante en todos los aspectos. No nos importó ni la ya clásica equivocación de Eddie con la letra. Es ya el Eddie de siempre, o más aún. Pletórico, con la voz PERFECTA (así con mayúsculas) y, enseguida iré con ello, una actitud y una fiereza sorprendente incluso para él. A Oceans le siguió un Off He Goes maravilloso y lleno de matices, que hizo que a esas alturas, con sólo dos temas, ya supiéramos todos que tocaba concierto especial. Todos lo son, claro, pero este lo sería aún más.
Y cuando empezaron los primeros acordes de Daughter la gente empezó a cantar dejándole claro a la banda que puede que el recinto no estuviera lleno pero que los seguidores allí presentes serían parte importante del concierto en numerosos momentos. En esta ocasión los tags de Daughter fueron Rise de PIL y el ya más que clásico It’s Okay. Y en ese momento, tras esa trilogía de temas más calmados comenzó un concierto de una intensidad brutal con un Eddie absolutamente desatado que no bajó las revoluciones en ningún momento y que logró (tal vez fuera mutuo) contagiar al público de una euforia, entrega y celebración que ya no cesaría en ningún momento de las dos horas posteriores.

Porque los dos siguientes temas fueron un Once portentoso con unas proyecciones rojas iluminando a un Eddie poseído cantando con más fiereza que nunca ese clásico y un Why Go salvaje con los cimientos del pabellón temblando ante las acometidas de Eddie y los saltos del público.

Sin solución de continuidad ni dejar que nadie bajara pulsaciones llega el bloque de Dark Matter, con Scared of Fear y React, Respond coreadas por la gente como si fueran clásicos (tercer axioma: ya lo son).
Y para el siguiente tema hay que tomar aire. Nadie esperaba a esas alturas un 1/2 Full absolutamente de otro planeta, con un final en el que a Jeff, Mike y Stone se une un Eddie pletórico a la guitarra en un momento de fiereza que nos recordó, palabras muy mayores, a ciertos momentos de Neil Young y sus Crazy Horse, y no sería el único en el set.

Momento para respirar, para tomar aire, para deleitarse con una de las canciones más hermosas no sólo del Dark Matter, sino de los últimos años, ese Wreckage que hubiera firmado orgulloso el mismísimo y añorado Tom Petty. Qué maravillosamente la canta Eddie, qué arpegios de Mike y qué preciosas y acertadas proyecciones de un mar de fondo. Y cuando aún tenemos el corazón en un puño sigue uno de los momentos de mayor conexión entre una banda y su público de los últimos tiempos, un Even Flow gigante, coreado de principio a fin por, digámoslo de nuevo, un público feliz y apasionado, que desemboca en una improvisación de Eddie ante los cánticos imposibles de frenar de todo el pabellón.
Parece imposible mejorar todo esto, ¿verdad?.

Mentira. Y es que la siguiente canción es Immortality. Y qué Immortality es este, amigos. Eddie vuelca todos los sentimientos de las últimas semanas en una interpretación sideral que eleva al infinito un tema ya catedralicio. De esos momentos que uno agradece estar vivo, estar rodeado de amigos, estar viendo a la mejor banda del mundo en una de sus grandes noches. A recordarlo siempre.

Remontar tras algo así no es fácil pero para Pearl Jam no hay nada imposible si hablamos de directos. Una Who Ever Said extraordinaria, con un tag del Satisfaction de los Stones, salva la papeleta y sirve de preludio a otro de los temas que se ha convertido en excusa para que banda y público alcancen una comunión, un hermanamiento difícil siquiera de soñar para nadie que no se llame Pearl Jam. Qué tema es Corduroy, con qué intensidad lo canta Eddie, con qué alegría se corean los cánticos de Eddie hasta desembocar en un final apoteósico. Cabe apuntar que Corduroy no figuraba en el setlist de ninguna de las dos noches y al final ha sido tocada en las dos, como sustitución de I Am Mine en la primera (eso dolió) y de Wishlist en la segunda. La verdad es que no se les puede culpar. La grandeza del tema y la respuesta de la gente justifican su presencia en cualquier set.

Seguimos con los temas de Dark Matter, pero no los que esperábamos. A estas alturas ya nos hemos dado cuenta de que hoy vale todo y así, Dark Matter y Upper Hand que sonaron en la primera noche, son sustituidas por una Waiting For Stevie grandiosa y con marchamo de clásico y una Something Special con un discurso de Eddie sobre paternidad, cuidar y dejar marchar que es interrumpida durante unos pocos minutos por un accidente en la grada ante el cual Eddie para el concierto y no lo reanuda hasta que se cerciora de que todo está bien.

Y bueno, ahora Rearviewmirror. EL tema de Pearl Jam. Mi tema de Pearl Jam. La perfección absoluta en una canción de rock que durante 5 minutos va creciendo en intensidad hasta una explosión de euforia por parte de banda y público ante la cual sólo cabe dar por concluido el set principal y retirarse a tomar aire para el encore.

Lo que viene a continuación solo se puede definir con una palabra: MAGIA.

Todos esperamos una silla y una guitarra acústica para que Eddie toque la versión de rigor así que cuando lo que vemos es a la banda entera y una armónica en poder de Eddie nos damos cuenta de que van a tocar Smile. Eddie con la armónica y el resto ya siguiéndolo en su frenesí hacen de este enorme tema el mejor preludio posible a la imparable secuencia de golpes que supone todo el encore. Running, State Of Love and Trust, Black, Alive, un Rockin’ In The Free World al que se unen The Murder Capital y un Yellow Ledbetter en el que sale un integrante del público a tocar la guitarra, bastante bien por cierto, son el colofón perfecto a un concierto, y ahora volvemos al principio, distinto al resto. Lo de esta noche ha sido una celebración, algo visceral, de una intensidad inaudita incluso hablando de quien lo estamos haciendo. Ha sido el concierto perfecto para devolver la fe en la música, los conciertos y Pearl Jam a quien la había perdido.

Porque pese a todos los acontecimientos de los últimos tiempos, la celebración contra viento, marea y enfermedades de estos conciertos, la emoción y agradecimiento de Eddie a la respuesta de, repito, un público extraordinario y la conexión entre una banda que lo ha dado todo estas dos noches y una audiencia entregada sólo puede llevar a un reencuentro entre ambas en el futuro.

Hasta entonces, larga vida a Pearl Jam.

Os dejamos el setlist completo de esta segunda noche:

• Oceans
• Off He Goes
• Daughter
• Once
• Why Go
• Scared Of Fear
• React, Respond
• 1/2 Full
• Wreckage
• Even Flow
• Better to worse Improvisación
• Immortality
• Who Ever Said
• Corduroy
• Waiting For Stevie
• Something Special
• Do The Evolution
• Rearviewmirror

Encore Break

• Smile
• Running
• State Of Love And Trust
• Black
• Alive
• Rocking In The Free World
• Yellow Ledbetter